Zatoichi regresa a una aldea que había visitado tres años antes y que le trae buenos recuerdos. Sin embargo, desde hace dos años, la región sufre una hambruna que atrajo al pueblo a varios grupos de bandoleros, ya que era de los pocos lugares que todavía tenían provisiones. Para acabar con los bandoleros, se contrató a un clan yakuza. Por otro lado, al mercenario Yojimbo le ofrecen una gran recompensa por la cabeza de Zatoichi.